Durante 30 años, la Mille Miglia fue una de las carreras más prestigiosas del panorama internacional automovilístico y la más importante de Italia. Un rally por carreteras, en el que había que cubrir la distancia de mil millas dando una vuelta por la península itálica. La prueba partía de Brescia y pasaba por Verona y Padua, para más tarde ir hasta Ferrara y Ravenna. Tras largas rectas se llegaba hasta la costa adriática y en Pescara se hacía el giro al oeste hasta llegar a Roma. Se continuaba hacía el norte dirección Siena por los Apeninos, hasta Bolonia, Piacenza y Cremona, cruzando el rio Po y llegando hasta la casa de Nuvolari en Mantua, donde la carrera emprendía la vuelta de nuevo hasta Brescia.
De los 648 inscritos para la prueba de 1955, sólo 521 pasaron las verificaciones técnicas. Mercedes alineó 4 pilotos para la prueba: Hans Herrmann, Karl Kling, Juan Manuel Fangio y Stirling Moss. El Mercedes 300SLR era la versión de dos asientos del W196 de F1 pero con un motor de 3 litros en vez de 2.5 que ofrecía unos 310 cv. Contra todo pronóstico, el hasta la fecha doble campeón del mundo Fangio optó por correr solo tras el fallecimiento de su copiloto en una prueba en Sudamérica. El argentino estaba obsesionado con ganar una de las carreras que más le apasionaba y para ello se preparó concienzudamente.
El joven Stirling Moss de tan sólo 25 años, era ya un piloto consagrado en carreras de resistencia. Moss eligió al periodista Denis Jenkinson para ir con él en el coche aunque no era copiloto de profesión. Denis trabajaba para Autocar y MotorSport y tenía una amplia experiencia como navegador al haber participado en competiciones de larga distancia de sidecar, por lo que estaba totalmente acostumbrado a la velocidad.
En las jornadas previas a la gran carrera, el equipo Mercedes realizó varias vueltas de entrenamiento para comprobar la fiabilidad y velocidad del coche y para que pilotos y copilotos realizasen las anotaciones correspondientes. Tras muchos problemas con la lectura de notas en el coche, Jenkinson eligió llevarlas usando el sistema de “rollo de papel higiénico”, algo novedoso que le evitaba tener que pasar páginas. Las pruebas eran imprescindibles pero distaban mucho de lo que iba a ser la carrera, ya que se realizaban con tráfico y respetando las señales, por lo que era imposible tomar referencias exactas.
A Stirling le gustaba la seriedad del trabajo de Denis, cada vez con notas más precisas y Denis estaba maravillado con Stirling: era seguro en las curvas rápidas y rara vez parecía perder el control del coche. Sin duda estaban preparados para la carrera, al igual que sus rivales y compañeros Fangio, Kling y Hermann y los pilotos de Ferrari y Maserati, a priori los otros grandes favoritos.
Ya con todas las carreteras cortadas al tráfico, la salida para el primer participante se dio a las 21h del sábado. Al principio salieron los coches más lentos, lo que era un hándicap para los pilotos rápidos que tenían que estar adelantando constantemente. Los dorsales coincidían con la hora de salida de los coches, Moss y Jekinson llevaron el 722 al salir a las 7.22 de la mañana; el solitario Fangio llevó el 658. La batalla estaba servida.
Durante la jornada del 1 de Mayo, Italia entera se paró para disfrutar la carrera. Los pueblos, carreteras y asistencias por donde pasaban los coches estaban llenas de espectadores.
Ferrari salió a romper la carrera: Marzotto, Castelloti y Taruffi son líderes seguidos del Mercedes de Hermann, mientras Moss comienza a recuperar posiciones con un excepcional ritmo de 187 km/h de media. Ya en Ancona, Los Ferrari comienzan a sufrir problemas en sus Pirelli y Moss se sitúa líder por delante de Taruffi. La lucha entre ambos es encarnizada, Taruffi se recupera y adelanta a Moss llegando a Pescara; por detrás están Hermann, Kling y Fangio.
Moss le devuelve el golpe a Taruffi en el paso de L’Aquila y se sitúa líder en el punto de control que está a las afueras de Roma. Kling sufre un fuerte accidente al tratar de esquivar a unos espectadores golpeando un árbol, teniendo que abandonar la carrera. Poco después, Taruffi también se ve obligado a abandonar por rotura de la bomba de aceite, dejando a Moss, Hermann y Fangio solos en cabeza.
Tras pasar por Florencia, Hermann aparca su Mercedes con el tanque perforado, la carrera está siendo durísima y el ritmo, endiablado. Moss y Jenkinson sacan a Fangio algo más de 22 minutos de diferencia al llegar a los puertos de Futa y Raticosa, lo suficiente como para hacer saber al argentino que la victoria está fuera de su alcance.
Ya en Brescia, la llegada de Moss y Jenkinson es aclamada por todos los allí presentes. Habían batido el record de Nuvolari, parando el crono en 10 horas, 7 minutos y 48 segundos con una media de más de 157 km/h. Segundo y a media hora llegó Fangio con problemas mecánicos y totalmente contrariado. Por un lado estaba contento por la victoria de su amigo Stirling, por otro, triste al ver que de nuevo se le había escapado la oportunidad de ganar la carrera. En tercera posición llegó el Ferrari de Maglioli.
Ese día dos británicos en un coche alemán conquistaron Italia logrando una de las mayores gestas de la historia del automovilismo. Mil millas en 10 horas y 7 minutos por carreteras convencionales ¡Bendita locura!.
Fuente: https://revistasafetycar.com/gt/noticia/mille-miglia-1955-la-mejor-victoria-de-stirling-moss-25880
https://www.bmwfaq.org/threads/mercedes-benz-300-slr-722-por-londres-homenaje-a-sir-stirling-moss-the-last-blast.1024304/
El coche de slot:
En abril de 2021 comencé el proyecto. La base es un kit de plástico de Revell a escala 1/24 que adquirí hace muchos años en el Lidl junto a otros modelos que están pendientes de hacer y de los que formaban parte de los premios que se daban en la añorada Escudería Rioja Slot al finalizar los diferentes Campeonatos que realizábamos.
Pintado a spray con un plata que tiene un acabado muy bonito y homogéneo y decorado con las propias calcas del kit.
Los navegantes son dos figuras y dos rostros de immense miniatures con la cara de Sir Stirling Moss. Detalles como las notas del copiloto que son sacadas de una foto de las originales que están en un museo.
Para el chasis hemos vuelto a optar por el plástico en 3D, un chasis regulable en distancia de ejes del gran Juan Carlos Buzarra.
Mecánica Ninco y ruedas de Camión de Scalextric (Tyco) que le pongo a muchos de mis trabajos en 1/24.
Un comportamiento muy tosco y complicado en curvas cerradas dada su excesiva batalla.
Aún así me he divertido con él.
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