martes, 29 de abril de 2025

Stirling Moss: el campeón sin corona de la F1


Sir Stirling Moss es considerado el mejor piloto de la historia que nunca ganó un campeonato de Fórmula 1. Nacido en 1929 en Londres, comenzó su carrera en 1948 y brilló por su talento, versatilidad y espíritu deportivo. Fue subcampeón cuatro veces consecutivas (1955-1958) y logró 16 victorias en Grandes Premios.


Su temporada más recordada fue 1955, con una histórica victoria en la Mille Miglia, de la cual ya hablamos en el blog cuando presentamos el Mercedes 300 SLR, y su primer triunfo en un GP en casa. También fue clave en el éxito del innovador equipo británico Vanwall, con el que ganó tres carreras en 1957 y ayudó a conquistar el título de constructores en 1958.


Reconocido por su deportividad, en 1958 defendió a su rival Mike Hawthorn, cediéndole el título por un punto. Moss sufrió un accidente en 1962 que lo alejó de la competición, pero siguió ligado al automovilismo hasta 2011.

Con 212 victorias en 529 carreras, Moss dejó una huella eterna. Fue nombrado Caballero del Imperio Británico en 2000. Su legado vive como sinónimo de excelencia, nobleza y pasión por las carreras.


Vanwall 

En los años 50, cuando Ferrari y Maserati dominaban la Fórmula 1, el industrial británico Guy Anthony Vandervell se propuso construir un coche capaz de derrotarlos. Así nació Vanwall, un ambicioso proyecto que combinó innovación local con tecnología internacional.


Tras experimentar con motores derivados de Norton y chasis de Cooper, Vandervell recurrió a Colin Chapman y Frank Costin para diseñar un monoplaza revolucionario: chasis multitubular, carrocería aerodinámica de baja resistencia, frenos de disco aeronáuticos y neumáticos Dunlop con cable de nailon. El motor de cuatro cilindros y doble árbol, con inyección Bosch, entregaba hasta 290 bhp con metanol, aunque las nuevas normas de 1958 redujeron su potencia efectiva a 255-262 bhp.

Stirling Moss, junto a Tony Brooks y Stuart Lewis-Evans, lideró al equipo desde 1957. Ese año, Vanwall ganó en Aintree, Italia y Pescara. En 1958, con tres victorias cada uno de Moss y Brooks, y pese a la pérdida de potencia frente al nuevo Ferrari Dino V6, Vanwall conquistó el primer Campeonato Mundial de Constructores para una escudería británica.

El proyecto terminó abruptamente tras el accidente fatal de Lewis-Evans en Marruecos y el posterior retiro de Vandervell. Aun así, Vanwall dejó un legado técnico duradero: fue el último F1 exitoso con motor delantero y el primero en probar que la ingeniería británica podía dominar la máxima categoría.


El coche de slot:


El coche que sale hoy a pista es el Vanwall VW3 con el que Moss participó en el G.P. de Alemania de 1957. El coche es una reproducción de Superslot.



Como siempre, espero que os guste.

sábado, 26 de abril de 2025

Minardi Team: el equipo pequeño que soñó en grande en la Fórmula 1

En el corazón de Faenza, Italia, la familia Minardi fue sembrando una pasión por el automovilismo que, con el tiempo, dejaría una huella imborrable en la Fórmula 1. Todo comenzó en 1927, cuando el abuelo de Giancarlo Minardi abrió un concesionario de Fiat en la ciudad. Más tarde, Giovanni Minardi, su padre, llevó el apellido a las pistas compitiendo en carreras locales a fines de los años cuarenta.


Tras la desaparición de Giovanni, Giancarlo tomó el timón de la sección deportiva del negocio familiar. Fundó la Scuderia Everest, que entre 1972 y 1979 compitió en Fórmula 2 y se atrevió a incursionar en carreras no puntuables de Fórmula 1, como la Carrera de Campeones de 1976 en Brands Hatch, donde el veterano Giancarlo Martini, tío de Pierluigi, mostró destellos de talento antes de abandonar tras un accidente.


La verdadera aventura comenzó en 1979, cuando Giancarlo, con el apoyo financiero del empresario Piero Mancini, decidió dar forma al Minardi Team como constructor de Fórmula 2. Los coches diseñados por Giacomo Caliri y motorizados por BMW rápidamente se hicieron notar. Pilotos como Johnny Cecotto, Alessandro Nannini y Michele Alboreto fueron algunos de los talentos que pulieron sus habilidades al volante de los Minardi, incluyendo la victoria de Alboreto en Misano en 1981.


En 1985, la escudería dio el salto más audaz: debutar en la exigente Fórmula 1. Con Pierluigi Martini como único piloto, Minardi luchó con valentía a pesar de las enormes diferencias presupuestarias respecto a los gigantes de la categoría. Su mejor resultado fue un octavo puesto en Australia. A partir de allí, la escudería vivió años de aprendizaje y resistencia, con nombres como Alessandro Nannini y Andrea de Cesaris defendiendo sus colores en pista.

En la temporada 1988 de Fórmula 1, el equipo Minardi protagonizó un hecho histórico al alinear por primera vez a dos pilotos españoles: Luis Pérez-Sala y Adrián Campos. Esta decisión marcó un hito tanto para la escudería italiana —que, por primera vez, no contó con ningún piloto de su país— como para el automovilismo español, abriendo una nueva etapa de representación nacional en la máxima categoría del motor.


El primer punto oficial llegó en 1988, con el regreso de Pierluigi Martini, quien se convertiría en el rostro más emblemático de la escudería. En 1989, Minardi vivió uno de sus momentos dorados: Martini clasificó en segunda posición en el Gran Premio de Australia y llegó a liderar una vuelta en Portugal, algo inédito para un equipo tan modesto. Por otro lado Luis Pérez Sala, ya sin Campos de compañero, conseguiría 1 punto, siendo el primer español en conseguirlo después de Alfonso de Portago.


La década del noventa trajo los mejores años para Minardi. Con motores Ferrari, el equipo sumó seis puntos en 1991 y terminó séptimo en el campeonato de constructores, superando a nombres históricos como Lotus y Brabham. Christian Fittipaldi y Fabrizio Barbazza brillaron en 1993, consiguiendo siete puntos y un octavo lugar en el Mundial. Incluso en 1994, el equipo mantuvo su competitividad, aunque con una ligera baja en resultados.


Sin embargo, la falta de recursos comenzó a pasar factura. Desde 1996 hasta 1998, Minardi no logró sumar puntos. El esfuerzo de pilotos como Pedro Lamy, Marc Gené o Tarso Marques no bastaba frente a la creciente profesionalización y costos de la Fórmula 1 moderna. Gené, sin embargo, rescató un punto valiosísimo en el Gran Premio de Europa de 1999.


A principios del nuevo milenio, las alegrías fueron esporádicas. Mark Webber, debutante en 2002, desató la euforia al lograr dos puntos en su carrera inaugural en Australia. Y aunque Jos Verstappen sorprendió con una "pole" provisional un viernes en Francia 2003, gracias a la lluvia, la falta de resultados se hacía cada vez más evidente.


En 2004 y 2005, Minardi consiguió algunos puntos más, incluyendo una insólita suma de siete unidades en el caótico Gran Premio de Estados Unidos de 2005, cuando la mayoría de los equipos con neumáticos Michelin se retiraron por cuestiones de seguridad.


Pese a los desafíos, el Minardi Team siempre fue sinónimo de lucha, espíritu deportivo y pasión genuina por las carreras. Una pequeña escudería que nunca se rindió frente a los gigantes, y que, aunque las victorias nunca llegaron, conquistó el corazón de los fanáticos que aman las gestas imposibles.

Minardi duró en Fórmula 1 20 años, desde 1985 hasta 2005. Disputó 340 grandes premios en F1, logrando 38 puntos. Nunca se subió al podium y nunca consiguió una Pole.



Mi colección de Minardis en Scalextric

Esta vez he decidido sacar de las vitrinas todos los Minardis que tengo. Todos son modelos de Scalextric, en su mayoría de la era Tecnitoys, aunque también conservo un par de la época Tyco y uno especial de Scalextric Inglaterra.


Exceptuando este último, he competido con todos ellos. Durante los años 90, corrí con los modelos Tyco, y más adelante, cuando se formó la Escudería Rioja Slot, empecé a disfrutar de los Tecnitoys en una espectacular pista Ninco de 40 metros de cuerda y 4 carriles.


Como muchos sabéis, las marcas más comerciales suelen utilizar el mismo molde para las diferentes decoraciones que presentan las escuderías cada temporada. Así que, en realidad, viendo uno de estos Minardis, es como si vieras todos. Pero eso no le quita valor ni nostalgia a una colección que ha sido testigo de muchas horas de diversión y competición.

M190 - Pierluigi Martini - 1990 (Scalextric - Exin)

M191 - Gianni Morbidelli - 1991 (Scalextric Inglaterra)

M193 - Christian Fittipaldi - (Scalextric Tyco)

M01 - Marc Genè - 1999 (Scalextric Tecnitoys)

M02 - Marc Genè - 2000 (Scalextric Tecnitoys)

PS01 - Fernando Alonso - 2001 (Scalextric Tecnitoys)

PS02 - Mark Weber - 2002 (Scalextric Tecnitoys)

martes, 22 de abril de 2025

Tras los èxitos conseguidos por el Auto-Unión Tipo C diseñado por el profesor Ferdinand Porsche, Auto Unión tuvo que iniciar una nueva etapa. Contrariamente a lo que Cabriales esperar, el contrato con Ferdinand Porsche no fue renovado tras la temporada de 1937, y F. Porsche fichó por Mercedes. A esto habría que añadir la muerte del piloto estrella de la firma, Bernd Rosemeyer, fallecido en accidente al intentar batir un record de velocidad frente a los pilotos de Mercedes. Sólo el talento de Nuvolari pudo paliar en parte tales pérdidas en el equipo.


A pesar de las presiones de algunos miembros de la junta para abandonar el equipo de carreras, Auto Unión fue todavía capaz de crear un nuevo coche en 18 meses. Robert Eberan de Eberhorst era el Jefe de desarrollo del departamento de competición de Auto Union en Zwickau. Bajo su liderazgo, entre 1938 y 1939, fue desarrollado para la nueva formula de 3 litros el Auto Union Tipo "D" con un motor de doce cilindros.

Para la nueva formula, Auto Unión, al igual que Mercedes, optó por utilizar un motor V12. El motor, que estaba basado en el anterior V16 utilizado por el Tipo C, podía subir a más de 10.000 rpm, pero por lo general nunca superó las 7.000 rpm. El principal cambio en el bastidor fue la sustitución de los ejes oscilantes por una suspensión trasera de Dion. La conducción del Auto Unión mejor mucho pero todavía estaba por debajo de Mercedes en el diseño de los amortiguadores. En lugar de utilizar amortiguadores hidráulicos, Auto Unión aún dependía de amortiguadores de fricción rotativos, que más tarde serían reemplazados en la parte delantera por amortiguadores hidráulicos, manteniendo los modelos de fricción en la parte trasera.


La carrocería del Tipo "D" tenía refinamientos adicionales con respecto al tipo "C" y en la parte trasera tenía unas aletas horizontales. Fiel a las características establecidas para la nueva fórmula, el Auto Unión Tipo "D" pesaba exactamente 850 kg en seco y 1.220 kg con los ajustes de carreras incluyendo al piloto.

      Los Auto Unión Tipo D utilizados en carreras de montaña, utilizaban neumáticos dobles en el eje trasero y el motor 16 cilindros del tipo C.


El coche de slot.

Un Clásico Renacido en Miniatura: Auto Union D Type a Escala 1/32

En el mundo del modelismo, hay proyectos que no solo destacan por su ejecución, sino también por la historia y la pasión que encierran. Tal es el caso de esta réplica del legendario Auto Union D Type, un monoplaza que hizo historia en los Grandes Premios de finales de los años treinta y que ahora revive en formato 1/32 gracias a un S&B y la adaptación de componentes de distintas marcas y épocas.



El punto de partida fue un kit de plástico comercializado por Matchbox en 1983, una maqueta a escala 1/32 que, por sí sola, ya representa una joya para coleccionistas. Sin embargo, su destino no fue permanecer estática en una vitrina. El proyecto evolucionó hacia la dinamización del modelo, adaptándolo para rodar sobre pistas de slot.

Para darle vida, se recurrió a un motor RX abierto de Exin, cuidadosamente adaptado con parte de un chasis y un soporte de guía reciclado de un Scalextric de desguace. Esta integración no solo supuso un desafío técnico, sino que también añadió un valor nostálgico al conjunto, recuperando piezas con historia propia.



Uno de los toques más curiosos lo ofrece el interior: el motor original del kit, un monstruoso V12, ha sido conservado y colocado sobre el RX funcional, aportando volumen y realismo visual. Como figura del piloto, se utilizó una procedente de un modelo clásico de la marca Carrera, mientras que el asiento fue forrado con un trozo de trapo de cocina, una solución tan inesperada como efectiva para simular la tapicería de la época, con ese aire rudo y artesanal característico de los monoplazas de preguerra.



El modelo calza unas llantas y ruedas de clásicos de Ninco, elegidas por su fidelidad estética y rendimiento en pista. En cuanto a la decoración, se respetó la original del kit, con el número 4 que lucía la unidad pilotada por el mítico Tazio Nuvolari durante el Gran Premio de Inglaterra de 1938, celebrado en Donington Park. Aquella carrera forma parte de la leyenda del automovilismo, y ahora su espíritu vuelve a rugir, aunque en miniatura, sobre las pistas de slot.



Este Auto Union D Type no es solo un modelo más: es una muestra de creatividad, respeto por la historia y amor por el detalle. Un tributo rodante a una era dorada del automovilismo.



lunes, 21 de abril de 2025

Nissan Skyline GT-R (R32) - 1/32

 Skyline GT-R (R32) 

Ganador 1.000 Kms. Bathurst 1991

Jim Richard / Mark Skaife


El Dominio Japonés que Sacudió a Australia: El Skyline GT-R y la leyenda de Bathurst 1991


Antes de que la Bathurst 1000 se consolidara como un duelo nacionalista entre Fords y Holdens en el marco de las V8 Supercars, un imponente visitante japonés cambió para siempre el curso de esta prestigiosa carrera. El Nissan Skyline GT-R R32, con su tecnología avanzada y desempeño arrollador, escribió un capítulo inolvidable en la historia del automovilismo australiano.


En 1991, el coche n.° 1, pilotado por Jim Richards y Mark Skaife, se alzó con la victoria en el desafiante circuito de Mount Panorama. A bordo de un GT-R R32, los dos pilotos dominaron los 1,000 kilómetros, demostrando la superioridad de un vehículo que combinaba potencia, aerodinámica y tracción integral, en una época donde la mayoría de los contendientes aún confiaban en configuraciones más tradicionales.


El circuito de Mount Panorama, con sus 6,213 km de longitud y curvas icónicas como The Cutting y Skyline, es considerado uno de los trazados más exigentes del mundo. No es casual que la Bathurst 1000 sea conocida como "La Gran Carrera" en Australia. Ganarla requiere no solo velocidad, sino también estrategia, resistencia y temple.


El Skyline GT-R, apodado “Godzilla” por la prensa local debido a su dominio casi monstruoso en pista, cambió las reglas del juego. Su sistema de tracción total y motor turboalimentado hacían que sus competidores parecieran obsoletos. Sin embargo, su reinado fue efímero. La Confederación Australiana del Deporte Motor (CAMS) pronto introdujo regulaciones que acabaron limitando su participación, en parte por la percepción de que el coche ofrecía una ventaja “injusta”.


A más de tres décadas de aquel triunfo, el legado del Skyline GT-R R32 sigue vivo entre los aficionados. No solo por las dos victorias en Bathurst, sino por cómo desafió las normas no escritas de una carrera dominada por marcas locales. Fue un recordatorio de que la innovación y la tecnología podían venir de cualquier rincón del planeta… incluso de Japón.

El coche de slot.

Está vez voy a aprovechar una publicación que he hecho en el grupo de Facebook "Slotbook" y os voy a hablar de un coche del fabricante Slot.it.

Este modelo viene con un chasis preparado para soporte motor independiente, aunque solo para cunas en línea.



Llanta trasera metálica sin aligerar y delantera en plástico.

Relación piñón de bronce de 9 dientes y corona con cuerpo en bronce de 28 dientes.



Motor 21.000 vueltas muy dócil válido para circuitos pequeños.


Espero que os guste el artículo.


Patrick Racing (Oriol Serviá) de Scalextric 1/32

Patrick Racing fue uno de esos equipos que definieron el automovilismo estadounidense durante varias décadas. Comenzaron fuerte: ganaron las...