La historia de la Fórmula 1 está repleta de equipos que marcaron épocas y de otros que, aunque fugaces, dejaron huella . Ese es el caso de Stewart Grand Prix, una escudería fundada en 1997 por el tres veces campeón del mundo Jackie Stewart y su hijo Paul Stewart, que en solo tres temporadas logró hacerse un espacio en la categoría reina del automovilismo antes de transformarse en lo que hoy conocemos como Red Bull Racing y con la escudería Jaguar Racing como transición.
viernes, 23 de mayo de 2025
Stewart-Ford SF02 (Jan Magnussen) de Ninco 1/32
Austin Healey Sprite Mk I
Diseñado por la Donald Healey Motor Company y producido en la planta de MG en Abingdon, el Sprite fue el primer deportivo de producción en adoptar una estructura unitaria, en la que la carrocería contribuía a la rigidez estructural, un hito técnico liderado por el ingeniero Barry Bilbie. Su chasis derivaba ideas del Jaguar D-Type, aunque con toques prácticos para mantener los costes bajos, como la ausencia de manillas exteriores y una maletera accesible solo desde el habitáculo.
El Sprite tuvo un destacado desempeño en competición, con victorias, en su categoría, en eventos como la Copa de los Alpes en 1958 y las 12 Horas de Sebring en 1959. Su popularidad impulsó variantes diseñadas por especialistas como John Sprinzel y Speedwell, consolidándolo como una base ideal para coches de carreras.
Fiat Panda 4x4 Paris-Dakar 1984
París, 1 de enero de 1984. Amanecía en la Place de la Concorde cuando la caravana más excéntrica y desafiante del automovilismo arrancaba rumbo a Dakar. La sexta edición del París-Dakar no solo prometía arena, aventura y resistencia; también fue una celebración de la extravagancia mecánica y de las celebridades al volante con 2.000 kilómetros más que la campana anterior.
Fiat Punto S1600 (Albert Llovera)
En el mundo del automovilismo, donde la velocidad, la técnica y la fuerza dominan el asfalto, pocas historias brillan con tanta intensidad como la de Albert Llovera. Deportista andorrano, esquiador olímpico, piloto de rallies y un ejemplo viviente de superación, Llovera no solo ha desafiado las curvas más peligrosas del rally mundial, sino también los límites físicos impuestos por la vida.
lunes, 5 de mayo de 2025
De Solihull a Los Arcos: La Historia Viva de un Land Rover Discovery del Camel Trophy.
En la localidad inglesa de Solihull, sede de la Sección de Vehículos Especiales de Land Rover, se escribieron muchas de las páginas más emocionantes del automovilismo de aventura. Desde allí salían, año tras año, los vehículos destinados al Camel Trophy, el legendario evento que, entre la década de 1980 y finales de los 90, llevó al límite a pilotos y máquinas por algunos de los entornos más hostiles del planeta.
La organización del Camel Trophy solicitaba lotes especiales de vehículos —adaptados y reforzados— que variaban según el modelo disponible en el mercado. Hasta 1994 se utilizaron los Discovery 200 Tdi, y a partir de 1995, los Discovery 300 Tdi. De cada serie se fabricaban decenas de unidades: unas para los convoyes y equipos oficiales, y otras para la logística de selecciones internacionales, entrenamientos y promoción del evento en distintos países como Inglaterra, Italia o Turquía.
Uno de esos coches, hoy con matrícula histórica española, es el protagonista de esta historia. Aunque no fue utilizado por un equipo participante en las expediciones, sí desempeñó un papel crucial en las fases de selección de los pilotos. Según los indicios, este Discovery 300 estuvo presente en Estambul en 1995 y, probablemente, también en Sevilla, que acogió las pruebas durante dos años consecutivos.
El dato más revelador es su número de chasis: apenas dos cifras lo separan del vehículo que formó parte del equipo canario ese mismo año. Esto confirma que ambos salieron casi al mismo tiempo de la línea de montaje, con una vocación común: ser parte del Camel Trophy.
Desde entonces, este Land Rover ha vivido una travesía internacional: comenzó con matrícula británica, pasó por manos de dos propietarios franceses, y finalmente recaló en España. Su estado de conservación, era bueno y puede deberse precisamente a que no fue uno de los vehículos sometidos a las duras condiciones de la competición, donde muchos acababan seriamente dañados, reduciendo a muy pocas unidades en marcha en todo el mundo lo que hace más exclusivo está unidad.
Aún así hubo que hacer y exhaustivo trabajo de restauración.
Pero esta historia no se queda en el pasado. Gracias a la generosidad de su actual propietario, mi amigo José Luis, pude disfrutar de este trozo de historia durante un evento Off Road celebrado en la localidad Navarra de Los Arcos. Fue mi bautizo en el mundo del todoterreno, y no podía haber sido más especial: recorrimos 60 kilómetros por pistas y caminos que, si bien no eran la selva del Amazonas ni el desierto de Mongolia, despertaron en mí ese mismo espíritu de aventura y camaradería que definió al Camel Trophy.
Durante la jornada, sentí lo que hace único a este tipo de vehículos: su capacidad para superar obstáculos no solo físicos, sino también mentales. Son máquinas que transmiten confianza, pero también una historia. Y este Discovery, en concreto, lleva inscrita en cada tornillo la memoria de una era dorada del automovilismo de aventura.
Así, entre números de serie, matrículas extranjeras y una trayectoria internacional, este Land Rover no solo cuenta su historia: revive la de un evento icónico y la de todos los que, como yo, hemos tenido la fortuna de formar parte —aunque sea por unas horas— de su legado.
domingo, 4 de mayo de 2025
Lamborghini Miura SV 1/32
El Lamborghini Miura es, para muchos, el modelo más emblemático y legendario jamás producido por la firma italiana. Considerado el primer supercoche de la historia, su lanzamiento en 1966 supuso una revolución en el mundo del automóvil. Equipado con un motor V12 de 4 litros en posición central transversal, su arquitectura mecánica rompió con todos los esquemas de la época. A esto se sumó un diseño espectacular a cargo de Bertone, con la firma del joven Marcello Gandini, que convirtió al Miura en una obra de arte sobre ruedas.
Debutó en el Salón de Ginebra de 1966, donde fue la estrella indiscutible del evento. Aunque en principio se planteó una producción limitada de 50 unidades anuales durante cinco años, el éxito fue tan rotundo que Lamborghini amplió su fabricación. En total se produjeron 763 unidades repartidas en tres versiones: P 400 (1966-1969), P 400 S (1968-1971) y P 400 SV (1971-1973). Su velocidad máxima, cercana a los 300 km/h en la versión SV, lo situó como uno de los autos más rápidos del mundo en su época.
El nombre "Miura" rinde homenaje a la famosa ganadería española de toros de lidia, y dio origen a una tradición en Lamborghini de nombrar sus modelos en referencia al mundo taurino, una elección influida por el signo zodiacal de su fundador, Ferruccio Lamborghini, nacido bajo el signo de Tauro. Esta elección no fue solo simbólica: reflejaba la fuerza, nobleza y agresividad que el empresario quería transmitir en sus coches.
La leyenda del Miura se alimentó también de la cultura popular, especialmente tras su aparición en la película The Italian Job (1969), donde protagoniza la icónica escena inicial surcando los Alpes mientras suena “On days like these” de Matt Monro. Esta mezcla de arte, cine y motor consolidó su estatus de icono.
Conducir un Miura hoy en día es una experiencia casi mística, aunque no exenta de desafíos. Su baja altura (106 cm), la posición incómoda del conductor, los pedales verticales y un retrovisor solitario lo convierten en un coche exigente y poco práctico. Aun así, el momento de girar la llave y escuchar el bramido del V12 a centímetros del oído convierte cualquier incomodidad en algo anecdótico. Su mecánica, alimentada por cuatro carburadores Weber triples, ofrece una respuesta salvaje, capaz de emocionar incluso sin alcanzar la mitad de su potencial de 385 CV.
Más que un coche, el Miura es una bestia indomable, símbolo de una época dorada del automovilismo. Su valor en subastas y su rareza actual lo consolidan como una pieza de museo viviente, un vehículo que no solo hizo historia, sino que sigue rugiendo con fuerza en el imaginario colectivo de los amantes del motor.
LAMBORGHINI MIURA SV de AutoArt (1/32)
La prestigiosa marca AutoArt volvió a captar la atención de los coleccionistas y entusiastas del motor con su reproducción del Miura SV (Ref. 13111) a principios de los 2000, reproduciendo la última evolución de este mítico modelo que fue fabricado entre 1966 y 1973. Esta unidad, cuidadosamente replicada, destaca por su impresionante acabado de pintura y un interior meticulosamente detallado, aunque —como era costumbre en algunos trabajos de AutoArt— sin la figura del piloto.
Visualmente, el modelo es un deleite. La estética, uno de los puntos fuertes de AutoArt, está cuidada hasta el último detalle, demostrando que cuando se lo proponían, lograban resultados visuales sobresalientes. Sin embargo, en cuanto al comportamiento dinámico, la marca no siempre alcanzó el mismo nivel de excelencia, dejando cierto sabor agridulce en los coleccionistas más exigentes.
Aun así, pilotar este SV, es un placer a la vista. Eso sí, mejor mantener la calma: bajo ese capó hay muchos caballos esperando despertar.
Espero que os guste.
Patrick Racing (Oriol Serviá) de Scalextric 1/32
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